Ayer se recordó que las
mujeres no somos pelotitas de pimpón, ni sacos de boxeo, ni bolsa sin fondo para
guardar los malos recuerdos y lanzar mil improperios, es decir ayer se recordó
de manera internacional que a la mujer hay que tratar SIN VIOLENCIA, y aunque
todos los años recordemos ello, cada año vemos casos más dramáticos y más casos
de violencia contra la mujer, de muerte de mujeres por temas de genero, de
violaciones en invasiones y guerras, y un alto índice de mujeres con trastornos
a causa de la violencia vivida.
Y es que el mundo no solo es
de los hombres, sino que no se lucha frontalmente contra la violencia de
genero, y luchar contra la violencia de genero no se queda en penas mas crudas
y procesos mas efectivos (que no los hay) sino que sobre todo inicia en una educación
que construya una autoestima solida y fuerte, que pueda pararse frente a cualquier
y decir NO y decir YA NO MAS.
Cuantas veces nos ha pasado
interrumpir una matanza en plena calle de una hombre hacia una mujer, y como la
mujer al recuperar el aliento defiende a “su hombre”, cuantas veces hemos
escuchado a amigas decir que es culpa de ellas que “el se enoje” y cuantas
empresas de flores sobreviven gracias a hombres retorcidos y enfermos que
primero golpean y luego le dicen a sus mujeres que las aman y que perdió el
manejo de si mismo, pero que nunca va a volver a pasar (y claro pasa miles de
veces más), cuantos niños convertidos en hombres antes de tiempo hemos visto
ser masacrados por sus padres al querer defender a su madre. Ante todo eso siempre nos
preguntamos que paso con esa mujer??? Que extraño mecanismo inhibe su capacidad
de hacerle frente a la adversidad, pararse e irse. Que situación fuera del
instinto de auto preservación y de la búsqueda de la felicidad no se produce y
queda tirada en el suelo una mujer que no sabe decir no, que no puede coger a
sus hijos e irse, que no puede dejar de lavar toneladas de ropa para que el
marido beba hasta caerse y termine maltratándola una y otra vez???
Creo que la respuesta no
tiene nada que ver con el nivel educativo de la mujer, no tiene que ver tampoco
con si tienen o no tienen plata, tiene que ver con ese ingrediente principal que
debe activarse SIEMPRE que se llama autoestima, ese ingrediente que te recuerda
que primero es amarte a ti misma, preocuparte por ti, por tu bienestar y por tu
futuro, y que si algo va en contra de ello hay que parar, hay que decir basta,
hay que dar media vuelta, hay que levantar la voz y denunciar (aunque el
proceso sea largo, tortuoso y poco efectivo).
Y esto “el autoestima” es
tarea de todas, las cifras que crecen cada año es las cifras de un género que
está aletargado, que no obliga que la educación busque desarrollar esta
competencia de “preservación” que es el AMOR PROPIO.
Fue ayer entonces un día
para decir NOOOOOOOOOOO, ya no queremos más daño, ya no queremos más dolor,
QUEREMOS ser felices y vivir en paz, logrémoslo, todas, a 1 sola voz.
Chauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
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