viernes, 5 de septiembre de 2014

Caperucita Roja, La Bella Durmiente y Angel, quizá

Hoy conversando recordé lo que a sabía, el lobo no se quería comer a Caperucita Roja, la Bella Durmiente no despertó cuando el príncipe la beso, y quizá a Angel la niña de las flores le importaba un rábano encontrar la flor de colores. Quizá y sólo quizá todo era tan sencillo como cuando bailaba con mi amiga Martha Inés en la disco frente al espejo buscando "no se qué" (según yo), quizá y sólo quizá Caperucita que sabía que no tenía que hablar con el lobo pensó que ella "lo podía manejar" y le fue de los mil demonios; quizá y sólo quizá la Bella Durmiente no despertó del beso del príncipe, sino que se dejo encantar por la bruja para que el príncipe "por fin hiciera lo que debía de hacer"; quizá y sólo quizá a Angel la niña de las flores solo le interesaba viajar y en cada destino cruzaba los dedos para no encontrar la flor de colores y de ese modo seguir su travesía. En buen castellano y pocas letras, quizá y sólo quizá todo es más simple de lo que parece, la alegría y la felicidad invaden nuestro corazón y eso, es suficiente para respirar cada día, para encender cada poro y para vibrar en cada latido de nuestro corazón. Quizá y sólo quizá las mil ideas que construimos en nuestro cerebro solo son aproximaciones de los que nuestro corazón ya sabe y se niega a descodificar por la potencia de sus consecuencias. Quizá y sólo quizá el amor después del amor es más que una canción extraña. Finalmente ni a Caperucita, ni a La Bella Durmiente, ni a Angel la niña de las flores le preguntaron que querían, que soñaban, que aspiraban, que las hacía felices; quizá y sólo quizá Caperucita hubiera podido terminar siendo una gran vendedora de canastas para abuelitas, La Bella Durmiente luego de algunos fracasos hubiera podido ser amada por alguien que no necesitara de un hechizo para ello y, por último Angel hubiera podido ser una reportera de turismo o una bióloga de alto nivel, porque hay cosas simples e innegables en la vida "creo" 1.- siempre tu decides que ser y que hacer, si tienes pasión 2.- siempre la historia terminara mejor si "simplemente" decidimos ser felices persiguiendo nuestros sueños y, por último, siempre podremos amar intensamente si el primer amor es verdadero, es decir "el amor propio". Chauuuuu y espero les guste.

martes, 2 de septiembre de 2014

La fragilidad de lo inesperado

Se qué hace tiempo no escribo, ya varios meses realmente, pero esperó retomar este espacio, que me sirve tanto a mi y espero les guste más a ustedes.
Hace poco surgió un hecho inesperado, ya saben de que hablo, de esos hechos que se develan en silencio, poco a poco y calladamente. Y de pronto tu vida, que no es más que la suma de los días, cambia también. Por qué? Porqué sólo con cambiar tu interior, el mundo cambia, puede ser para que brillé más el sol o para que el cielo sea más oscuro. Todo depende de los ojos con los que miremos, depende de la claridad de nuestra alma y de la tranquilidad de nuestras decisiones.
A veces y sólo a veces en la vida, suceden hecho irrefutables, que los tienes que mirar, que los tienes que evaluar, que los tienes que valorar, pero que sobre ello, los tienes que dimensionar.
La pregunta cae de madura, y que hago? No se, la verdad no se. Solo tengo algunas frases de abuelita como que cuando el río suena es que piedras trae; o en tempestad no es bueno hacer mudanza; o ni al barrigón ni que lo fajen; y el mejor de todos más sabe el diablo por viejo que por diablo. Respuestas seguro hay miles a la pregunta, y que haremos??? A veces ni el chapulin colorado es suficiente. Solo puedo decir esto: ojos bien abiertos, corazón en mano y pensamiento limpio. El camino más fácil es decir que lo inesperado, lo insospechado, pasara; el camino más difícil creo es aceptar que algo ha sucedido, y que es mejor, mirarlo, entenderlo y hacerle frente. Al final de la historia todo es cambió constante y la idea que todo esta bajo control es sólo una burda ilusión humana. chauuuuu.