martes, 1 de abril de 2014

ETERNAMENTE TU FAN...MI MARICUCHA AMADA



Hoy descubrí que soy madre, no porque recién lo fuera, sino porque hay hitos en la vida que te hacen ver la realidad con más precisión. Hoy descubrí que soy madre y que soy hija, no porque recién lo fuera, sino porque hay hitos como el cumple de mi madre, que me hace recordar cuanto extraño ser hija, y tirarme en su regazo y pensar que nada sucede, que nada pasa, que todo pasará si cierro los ojos y sueño un lindo sueño.
Ahora que cocino por las noches, trabajo como loca, amo como desesperada y me quedo sin aliento al terminar el día, la semana y el mes, recuerdo a mi madre, con más nitidez, la recuerdo. Mi madre con sus pantalones campana, sus zapatos que se atan de color marrón y su blusa celeste con grabados tipo centro américa, era toda una heroína (siempre lo supe, a veces lo calle y me apena, pero hoy el recuerdo es más vívido). Ella, mi madre, es una triunfadora en la vida y en el amor, y no porque sea perfecta, sino porque a través de los años ha aceptado sus imperfecciones, porque las mira con naturalidad y con humildad, porque no solo quiso un mundo mejor, sino porque lo ha construido en el tiempo, no solo con sus hijos, sino con los hijos de otras personas (es maestra), y porque ahora en este nuevo amanecer de su vida, sigue incesantemente creyendo que el mundo puede cambiar y puede ser mejor, de pocos, paso a paso, con mucho amor y fuerza.
La recuerdo sonreir por la ventana y decirme adiós cuando iba al colegio, recuerdo haberme peinado el cabello cuando le contaba que el chico que me gustaba no me miraba, y supongo (porque no lo recuerdo) que me habrá contado alguna experiencia personal (como siempre lo hacía) y me habrá dicho que no me preocupe, que todo pasa, y lo mejor de todo pasó. Recuerdo que estuvo allí cuando me equivoqué garrafalmente, recuerdo que estuvo allí cuando llore hecha un nudo sin esperanza de poder volver a armar mi vida, no solo una vez, sino dos veces, recuerdo que estuvo allí cuando le dije que iba a ser madre, recuerdo que estuvo allí cuando lloré de alegría y recuerdo su voz entre cortada en el teléfono cuando le contaba mis temores como madre, mis equivocaciones y mis pesares, y ella con amor me decía, nuevamente, que equivocarse es normal, que no sea tan dura conmigo misma y que todo pasa, y nuevamente espero, jijijiji, tenga razón.
Hoy mi madre cumple un año más conmigo y con el resto del mundo claro, con su nieto que la adora y con mi padre a quien ama locamente, más allá de lo entendible, hoy mi madre cumple un año más creyendo férreamente en Dios, creyendo que la paz es el único modo para cambiar este mundo y que el amor todo lo puede. Se, que soy un conjunto de experiencias y ejemplos, pero sé también que esta mujer, esta formidable mujer, esta gran mujer, que sabe reir y pensar y actuar para un mundo mejor, me caló en el alma, formó cada cuerda de mi corazón, esbozo mi sonrisa, y me hizo ETERNAMENTE SU FAN.