Del ginecólogo y otros demonios¡¡¡¡

Estaba yo, relajada en el mall cuando escucho - …hay hermano no se porque mi mujer se muere por ir al ginecólogo, si solo son unos 15 minutos a lo mucho, pero bueno, tu sabes, si no jode, no es mujer, jajajajajajaja…- claro, muy aparte del comentario y el desconocimiento, me quede pensando en el tema y, a razón de que el fin de semana se movilizó el mundo por el cáncer al seno, pensé, pensé y aquí va J

Son solo 15 minutos (como son hombre no saben de estos batallares), no son solo 15 minutos, es subirse a una camilla, subir tus piernas (desnuda de aquel lugar) que el Doctor o Doctora, a quien no siempre conoces (salvo que tengas tus moneditas para hacerlo privado), mire en la parte más profunda de tu ser, allí donde no estará el alma, pero parece que desde allí se puede escudriñar también, te ponga un aparatito muy animoso que te abre un poco más y logra que la dama o el caballero de turno te ausculte con tranquilidad, y finalmente te haga un rasponcito que no duele (pero como jode), para luego mandarlo a un laboratorio y que vean que si Dios quiere estés bien (esperar los resultados es terrible, a que no???)

Claro cualquiera diría, pero es “solo eso”, pero es que “no es solo eso”, es todo lo que ello implica, en honor a la verdad tengo por ejemplo una amiga que me dice siempre que para ella ni siquiera es una molestia el tema (que envidia le tengo y de la mala), pero para mí y seguramente para algunas de ustedes también, a mi me jode ir, y claro que se que lo tengo que hacer, y claro que lo hago cada año como manda la ley femenina de no morirnos de esto por lo menos, pero como jode, cuando ya se acerca la fecha, que fastidio, que pesar y cuando llego a la camilla, por Dios, que incómodo me resulta, amén que no siempre quienes nos tocan son lo suficiente cuidadosos y pacientes. Me pasó una vez que fui al seguro y de pronto aparecieron junto con el doctor 5 galifardos que estaban haciendo su residencia, casi me pego como gato en el techo, casi me comí al Doctor, pues debió preguntar primero, además luego me enteré (cuando me quejé) que ese era el protocolo. Un tema menos espinoso es la mamografía o la ecografía de mamas, es menos desagradable, pero igual es incómodo, no se trata de pudor, se trata de la forma, del momento, de la situación, del extraño, del lugar, de todo.

Pero, algo es cierto, por más que joda, por más que fastidie, por más que sea un insensible o una insensible la o el que te lo practique, ya sea privada o pública la consulta, es QUE LO TENEMOS QUE HACER porque sería una tontería que nos sucediera algo por no practicarnos estas pruebas incómodas, Dios o la vida nos agregó algo más al ser mujeres “las pruebas ginecológicas y de mamas”, pero para eso somos fuertes, valientes, indomables e inteligentes. Así no queramos, pongámoslo en el calendario y cada 12 meses por lo menos vamos, con entusiasmo y energías renovados, recordando que esa joda es más y mejores minutos de vida. Estoy segura que tienes alguna anécdota del tema, se que no nos la contamos a diario, pero compartirla nos ayudará a saber que somos muchas las que enfrentamos el temor y la inseguridad cada 12 meses, y que siempre, cada año, vencemos J

Chauuuuuuu