Ya que estamos sábado vamos a compartir algo súper ligth J los sábados por la noche, la juerga y la diversión, claro en realidad comenzaba el jueves (juerves) seguía el viernes y el sábado ya era un reventón. Me acuerdo que era una desesperación si nadie me decía para salir, no me refiero a un pata (eso era lo de menos) sino a un grupo, siempre esperando que íbamos a hacer el sábado y si no había nada que hacer y me la pasaba viendo el programa de canciones en la TV (no me acuerdo como se llamaba) ese sábado era un sábado desperdiciado, intolerable, hasta el perno, y yo me sentía out del mundo. Jajajajaja, recuerdo que le decía a mi mamá – como es esto que teniendo tanto amigos nadie va a hacer nada, es sábado¡¡¡¡¡¡¡¡¡- no sé si ustedes han tenido la misma sensación entre los 16 y los 21, pero era así, y para que, para salir a las 09pm de mi casa (antes se salía a esa hora todo iniciaba y terminaba más temprano), irme a encontrar con las amigas, luego encontrarme con los chicos y luego esperar como 02 horas para que ellos se pusieran de acuerdo a qué lugar íbamos a ir (espero que esto haya cambiado y “ellas” también elijan), y todo para que??? para terminar en un lugar escuchando música, o bailando solas porque ellos recién estaban calentandose con chela en mano y luego, luego, terminar en la plaza de armas correteados (a veces) por los señores tombos que también querían calentar sus noches y que te decían que como siendo mujer estabas a esas horas (1 o 2 de la mañana) en la calle (jajajajajajajaja). Bueno los años pasaron y eso fue cambiando, aún recuerdo la adrenalina de llegar al lugar donde están “todos” (que todos??? Por Dios, acaso todos eran 100??? Jijijijiji), la adrenalina que estuviera el chico que te gustaba (ya fuera que te hiciera caso y te metiera letra oooooo solo lo miraras metiéndole letra a otra), la adrenalina de que llegara la noche y tu estuvieras fuera de la cama de la casa de papás sin dormir aún. He hecho tantas estupideces en esas épocas como subirme a carros de amigos borrachos (que sabe Dios como no terminamos en el hospital) o escaparnos a la playa con toda la mancha para las fiestas de verano, dormir en la playa hasta ver el amanecer con las amigas, y bueno, muchas cosas más que pensándolo bien, ahora serían impensables creo.
Y es que (y con esto termino) cuando somos jóvenes somos invencibles, pensamos que duraremos toda la vida, somos la mujer maravilla, no tenemos la concepción del tiempo, de la muerte, del cuidado, y de todas esas cosas que con el tiempo nos alejan de la aventura y nos acercan a lo seguro, lo cómodo, lo estable y la rutina (un poco de ambos en perfecta combinación sería estupendo). Ahora es otro cuento, a veces me quedo en casa compartiendo una noche de box o una buena película contigo, no me angustia que no me llamen, no me mata mimetizarme con la noche, señal clara que los años han pasado y he madurado o me he vuelto más aburrida (esto es otro blog).
Chauuuuuuu
Mi querida Tairi me encanta leerte, bueeno si creo que hemos madurado pero lo ideal es combinar algo de aventura y sosiego en esta vida...digo yo!! para equilibrar, jijiji
ResponderEliminarGracias Sanleo, totalmente cierto, gracias por leerme :)
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