Hay que afinar bien la antena, para captar la musica que queremos para nuestra vida

La música es hermosa no????? Muchas veces cuando salimos a caminar, correr o a viajar largas horas en el bus, no podemos evitar llevar los audífonos y conectarlos a cualquier reproductor que tengamos. Así mismo tenemos músicas específicas para cada cosa, un amigo me decía que la alarma para despertarse es el insospechado éxito de rocky mientras sube escalón por escalón: tarara, tarara, tarara, tarara, y así todos nos sentimos triunfadores y que si podemos al inicio del día, esa es una música de triunfadores. A otros les gusta manejar con una deliciosa salsa al volante esa que dice: “y fue la carta la que te trajo aquí, laralalala…”. Conversando hoy me di cuenta que yo tengo algunos gustos también, música fuerte y con cadencia rápida para hacer ejercicios, música clásica para trabajar, música en inglés para hacer números y rock pesado para limpiar o preparar un dulce delicioso.

Pero bueno, el otro día, estaba en una ciudad que no era la mía, sola como un foco en una mañana soleada y sin mis audífonos (y con la batería baja) así que dije, bueno caminaré a la aventura sin música en los oídos que me abstraiga del mundo, y fue una experiencia increíble, fue algo así como en las películas que hasta los pitos de los carros forman armonías, puede con tranquilidad escuchar como las hojas de los árboles entre ellas se chocaban y hacían algo así como: shhhhhhh y daba tranquilidad como la música clásica, o como se escuchaban las ruedas sobre la pista: truck, truck, truck, o como se escuchaba las quejas de la mujer por teléfono a su “amor” que aún no pasaba a recogerla y ella se estaba derritiendo bajo el sol, pero que termino en un “te amo también”, o por último el sonido del viento que arremete contra el oído para recordarte que la naturaleza y la vida tienen sus propios y hermosos sonidos, cuando no son interrumpidos por los pitos disparados cuando los carros no avanzan.

La vida es hermosa, finalmente, con música en el reproductor o con música en las calles, pero es hermosa, a veces es como la música clásica suave en un momento, estrepitosa por otro y fuerte en un tercero. A veces la vida es como el sonido de las hojas, un destino que se va elucubrando sin saber y en silencio hasta que se nos muestra ante los ojos. Otras veces es como la música de heavy metal, fuerte y dura (para algunos) para recordar que en la vida no es todo color de rosa. Y por último es a veces como la llamada de la mujer o como la deliciosa salsa, que te recuerda que el amor es tan importante que respirar. Finalmente si afinamos bien nuestra antena, podemos captar la música que deseamos para nuestros días. Chauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.