Las
cosas no son siempre como en las revistas y los carteles promocionales, el
rostro no siempre está lozano, las malas noches, el s3 y demás síntomas del
mundo moderno no se pueden ocultar bajo una base (por mas buena que sea) eso
solo se quita con fotoshop; tampoco se puede comparar a una hermosa mujer
caminando con altos tacones por una ciudad en furia, a una hermosa mujer
tratando de llegar a su casa luego del trabajo con los hermosos tacones,
sorteando huecos y demás cosas que existen en nuestras veredas; tampoco podemos
comparar al cabello de las mujeres ondeado por el viento justo cuando le toman
la foto, al cabello de otra bella mujer ondeado por el viento pero también por
el polvo de las calles pues ha llovido los 10 últimos días y lo que más
encuentras ahora en la ciudad es eso: POLVO.
Definitivamente
la vida no es como las revistas de glamur, donde los niños sonríen estáticos,
pues los niños lloran, zapatean, corren y hacen berrinche, mientras la dulce
madre llena de la vergüenza trata de acallar tanta histeria y sonreír para dar
la apariencia de “todo está bien y bajo control” igual que en las propagandas
que nos matan el cerebro.
Nuestra
ciudad no es como CSI, que la gente es bella, preciosa, recontra bien vestida,
que con tacones y pantalones apretados salen a trabajar, nuestra ciudad es
vario pinta, con culturas, modas y modelos tan diversa que hasta Mario Testino
no tendría tiempo de documentarlo todo.
Definitivamente
nuestras mujeres no son como las hermosas modelos del Secreto de Victoria en el
que de tanto insistir quieren entrar como si fuera el único ICONO de belleza,
definitivamente hay muchas como la INDIA que siendo una gran cantante ha
recibido según las noticias una golpiza de su marido y ha tenido que ser
internada como miles de mujeres en nuestro país; definitivamente nuestras
mujeres no son como lo son en la tele, sin embargo está tan bien jugado este
tema publicitario que escuchaba que una niña le decía a su mami que para ser
parte del “mundo” tenía que ser shopera, es decir loca por las compras, porque si
no estaba fuera de este mundo e iba a ser un problema (que tal ahí, no se
confunda, una niña de 9 años a una madre que la miraba con angustia y pavor
porque seguro lo poco que gana lo pone para el cole de la niña y sus “necesidades”).
Definitivamente,
en algún momento nos hemos perdido, creemos que las mujeres de 50ymás lucen
como las de 25, creemos que al comprarnos algo nos veremos cómo quien lo luce
en el maniquí o en la revista, seamos honestas, más de una vez la imagen en
nuestra mente ha sido muy diferente a la de la realidad. De allí los modelos
distorsionados que lo único que logran es que nuestras jóvenes chiquillas se
metan el dedo a la boca luego de comer una hamburguesa para mantenerse en “línea”,
de allí los modelos distorsionados de la Barbie rubia, de los senos generosos,
de los zapatos altos aunque nos malogren el pie y la columna de paso, y los
vestidos que no nos quedan porque las Peruanas tenemos una estructura corporal
distinta.
Definitivamente,
el mundo no es las revistas, los paneles publicitarios, ni las fotos de
personas sonriendo y arrancados de la rutina, el s3, la pena y la gloria.
Hagamos un esfuerzo, por ser más reales, por no fruncir el ceño cuando pasa una
mujer en polleras, y por sonreír ante cosas más sencillas como un “permiso”
cuando alguien desea pasar. Chauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.