jueves, 22 de agosto de 2013

De buscar nuestra propia ruta, del amor y la película PENELOPE



El otro día vi la película PENEPLOPE, para los que no la han visto es una película en la que la actriz principal por un HECHIZO tiene una nariz de chanchita, y el hechizo era que una persona “de igual clase” la podría zafar del hechizo, claro el personaje tenía dinero por sus padres, y luego mil peripecias resulta que quien podía salvarla del hechizo era ELLA MISMA, una persona de su misma “clase”, o su madre o su padre si la hubieran amado lo suficiente COMO ELLA ERA.
Me puse a pensar en el tema: CUANTAS NARICES DE CHANCHITA Y HECHIZOS INSALVABLES TENEMOS EN NUESTRAS VIDAS, cuántas veces hemos pensado que nuestra FELICIDAD está en otros, o que nuestra salvación, nuestro cambio de vida está en otra persona, cuántas veces hemos escuchado y hemos dicho, cuando yo me case aprenderé a cocinar, o cuando llegue el verano bajaré de peso, o cuando encuentre al chico ideal seré más dulce, o cuando tenga hijos seré más ordenada, y bueno la lista puede ser más grande cuando sumamos cosas como cuando me mude a vivir sola haré mis propias reglas, o cuando tenga un mejor trabajo estudiaré, o algunas más dolorosas como cuando me deje este hombre seré feliz, o cuando se muera este desgraciado que me golpea seré libre, etc. Es decir muchas veces nos centramos en que la “nariz de chanchita” desaparecerá siempre que otra u otras personas hagan o dejen de hacer algo con respecto a nosotras, o que la situación y la vida “solucione el tema” y quedemos libres de alguna maldición que nos persigue.
La otra vez conversando con una amiga me contaba que el hombre del que se enamoró y con el que se casó no es el mismo hombre que conoce ahora, que ha cambiado mucho, que hasta ya no se siente amada y feliz, le pregunté si lo habían conversado, me dijo que muchas veces, pero que nada cambiaba; me dio pena el tema a quien no le pasado encontrarse en una relación que no esperaba y no saber qué hacer, pues claro en estas situaciones solo hay dos opciones o te quedas atrapada para siempre o sales corriendo y sufres un tiempo (poco o mucho depende de uno) y luego rehaces tu existencia y de quienes están contigo. La mayoría de mujeres que conozco se quedan en la primera opción, quedarse con la nariz de chanchita, quedarse en la relación y esperar por un lado “que el cambie” y por otro ser algo así como la “heroína de la película”.
Sinceramente, cada uno sabe su ruta a la felicidad, y este espacio no busca dar ningún consejo o píldora para ello, pero me parece importante pensar en la película de PENELOPE en lo que realmente la salvó de ella misma SU AMOR A SÍ MISMA, SU BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD, EL DEJAR DE TRATAR DE AGRADAR A TODOS, EL BUSCAR SU PROPIA RUTA Y NO DEJAR QUE OTROS DECIDAN SU DESTINO.
Un gusto volver a compartir con ustedes unas líneas, Chauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.

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