sábado, 23 de noviembre de 2013

felices 3 mi amado y pequeño cachorro, mi hijo querido



Hoy cumples 3 años mi amado cachorro, como te gusta que te digan; hoy cumples 3 años en el centro de esta familia, de mamá cachorro, papá cachorro e hijo cachorro como tú dices; hoy cumples 3 años y ya sabes hacerlo con los dedos, despacio pero seguro. Hoy cumples 3 y aunque no te he traído al mundo ten por seguro que haré siempre más de lo que pueda para apoyarte a ser feliz en este mundo, para lanzarte al mundo y para acompañar tus pasos a donde quieras que vayan.
Hace unos días te explicaba que era la adopción, y me sorprendiste diciéndome que adoptar era amarte, si mi corazón precioso es amarte, pero nunca olvides dos cosas básicas de esto:
-          El otro día estaba buscando mis llaves y me encontré con tu carrito verde Green, me reí mucho y dije “le diré”, nos hemos adoptado mutuamente, pues en estos meses hemos ido poco a poco descubriendo esa fuerza y esa humanidad que se esconde tras nuestros nombres, nuestras risas y nuestros llantos, y que se entrelazan en esta inundación de nuestras mutuas vidas.
-          No importa cuán bien o difícil te pueda ir hoy o en el futuro (espero que sea bien claro está) yo siempre estaré aquí, aunque no lo esté, porque cuando te abrazo y te beso, nuestros corazones laten juntos, y al final mi querido amor, mi pequeño hombrecito, mi “corazón grandote, enorme” eso es lo importante, el amor que nos tenemos y cuan al ritmo laten nuestros corazones, lo demás mi príncipe, deja de tener importancia, en el tiempo lo entenderás, lo vivirás y lo valorarás.
Es nuestro primer cumple juntos, y mirándote dormido en la cama mientras te arropo siento y se cuánto te has metido en las cobijas de mi vida, como me has robado el corazón y el habla, y como nos hemos enrumbado, tu padre, tu y yo en la más hermosa aventura de nuestras vidas “el ser una familia”.
Te amo, más allá de las estrellas, y cuando crezcas y leas esto recuerda: TE AMO, TE AMO y TE AMO, de aquí hasta las estrellas, hasta la frontera final, “como todo Dios con su amor” como dice la canción de Silvio Rodriguez.
Solo quiero sumar algo más, “yo te esperaba” como la canción de Alejandra Guzmán, yo te esperaba en mi corazón, donde naciste desde que mire tus ojos oscuros y me abrazaste temeroso y yo sin aliento, yo te esperaba y sé que mi Dios nos guardó para estar juntos y compartir nuestros días, tu padre, tu y yo, porque este amor es mitológico, es lunático, matediano y claro está super ochurosssssss, te amo precioso, y lo mejor de esta historia, es que los capítulos de este hermoso cuento son ahora, son en unas horas, cuando levantes tus ojos y tengas 3, como es esta familia 3, como es Dios 3, como son las veces que pienso en ti cada minuto 3, felices 3 mi amor. Chauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Decisiones...cada día



Hoy se levanta una pared entre mi casa y la tuya, y cuando la vi callé, callé porque mi corazón se apenaba con esa pena que ya sabíamos que existía en mi alma, porque el perro ladraba y me recordaba cuando pequeño me pisaba los pies, callé porque entre las risas y dudas de mi hijo, quedó todo claro y recordé un pasaje que me encanta “está todo consumado”.
Este se podría decir que ha sido el año de las decisiones, decisiones tan bravas que mi corazón no deja de dar saltos a caballo desbocado, pero tan bien mi mente me recuerda que las decisiones son parte de la existencia humana, y que sin esas decisiones la vida nos pasa por encima como aplanadora.
Las decisiones vienen de todos los tamaños, de todos los colores y en todos los sabores. Cuando tomamos una decisión no siempre es fácil, como cuando eres niño y decides después de mil “tirate, yo te espero abajo” tirarte del filo de la piscina y se te mete el agua por la nariz y zas, no pasó más nada que “lo lograste”. Decisiones como unirte a una persona “hasta que el amor dure” como dice alguien que mucho quiero. Decisiones como es enfrentar a todos y decir que “no eres como todos” que eres distinta, que amas distinto y que sientes distinto. Decisiones como cuando dejas atrás el dolor, la cólera, la violencia, el desgano de cada día, y decides que hoy será tu día y que lo que no ayuda “estorba” (esa es de mi marido).
Los hombres y las mujeres tomamos procesos diferentes para tomar decisiones, no entraré en el tema de quien es más sentimental y quien lo es menos, entraré al tema de que los hombres se demoran más para tomar decisiones, son más fríos y más calculadores para tomar las suyas. Nosotras las tomamos un poco más rápido, calculamos pero también sentimos. Sea de una forma o de otra (no todos somos iguales) indefectiblemente llegamos al punto que debemos decidir dejar una chamba porque es muy dañina o dejar a una persona porque me está matando o por último cambiar de vida porque me estoy asfixiando.
Las decisiones y tomarlas es un proceso, porque qué bueno sería que una vez que las tomaste, zassss se acabó y de allí viene el final feliz tipo película de los años 50 MENTIRA luego de la decisión viene el verdadero Señor Merengue como dice mi madre, el futuro, el destino, el camino se muestra en todo su esplendor y si no tuviste el suficiente impulso cuando tomaste la decisión, chau chauuuuuuu, seguro que declinamos, seguro que nos perdemos, seguro que claudicamos.
Lo peor creo es que pase un año y la única decisión que haya tomado es cambiar de marca de toalla higiénica y a qué lugar nos vamos de vacaciones, cagados, ahí si que cagados, porque significa que la vida nos pasó por encima y no nos dimos cuenta.
Así, que finalmente, a tomar decisiones, porque aun cuando la pared se construya y el pecho duela, más duele estar sentado frente a la vida que pasa a todo galope en el camino, y uno allí, sin hacer nada, cual tía de la familia ingals (no se si se escribe así) tejiendo sueños que nunca llevará acabo. Chauuuuuuuuuuuuuuuuu.