El
otro día vi la película PENEPLOPE, para los que no la han visto es una película
en la que la actriz principal por un HECHIZO tiene una nariz de chanchita, y el
hechizo era que una persona “de igual clase” la podría zafar del hechizo, claro
el personaje tenía dinero por sus padres, y luego mil peripecias resulta que
quien podía salvarla del hechizo era ELLA MISMA, una persona de su misma
“clase”, o su madre o su padre si la hubieran amado lo suficiente COMO ELLA
ERA.
Me
puse a pensar en el tema: CUANTAS NARICES DE CHANCHITA Y HECHIZOS INSALVABLES
TENEMOS EN NUESTRAS VIDAS, cuántas veces hemos pensado que nuestra FELICIDAD
está en otros, o que nuestra salvación, nuestro cambio de vida está en otra
persona, cuántas veces hemos escuchado y hemos dicho, cuando yo me case
aprenderé a cocinar, o cuando llegue el verano bajaré de peso, o cuando
encuentre al chico ideal seré más dulce, o cuando tenga hijos seré más
ordenada, y bueno la lista puede ser más grande cuando sumamos cosas como
cuando me mude a vivir sola haré mis propias reglas, o cuando tenga un mejor
trabajo estudiaré, o algunas más dolorosas como cuando me deje este hombre seré
feliz, o cuando se muera este desgraciado que me golpea seré libre, etc. Es
decir muchas veces nos centramos en que la “nariz de chanchita” desaparecerá
siempre que otra u otras personas hagan o dejen de hacer algo con respecto a
nosotras, o que la situación y la vida “solucione el tema” y quedemos libres de
alguna maldición que nos persigue.
La
otra vez conversando con una amiga me contaba que el hombre del que se enamoró
y con el que se casó no es el mismo hombre que conoce ahora, que ha cambiado
mucho, que hasta ya no se siente amada y feliz, le pregunté si lo habían
conversado, me dijo que muchas veces, pero que nada cambiaba; me dio pena el
tema a quien no le pasado encontrarse en una relación que no esperaba y no
saber qué hacer, pues claro en estas situaciones solo hay dos opciones o te
quedas atrapada para siempre o sales corriendo y sufres un tiempo (poco o mucho
depende de uno) y luego rehaces tu existencia y de quienes están contigo. La
mayoría de mujeres que conozco se quedan en la primera opción, quedarse con la
nariz de chanchita, quedarse en la relación y esperar por un lado “que el
cambie” y por otro ser algo así como la “heroína de la película”.
Sinceramente,
cada uno sabe su ruta a la felicidad, y este espacio no busca dar ningún
consejo o píldora para ello, pero me parece importante pensar en la película de
PENELOPE en lo que realmente la salvó de ella misma SU AMOR A SÍ MISMA, SU
BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD, EL DEJAR DE TRATAR DE AGRADAR A TODOS, EL BUSCAR SU
PROPIA RUTA Y NO DEJAR QUE OTROS DECIDAN SU DESTINO.
Un
gusto volver a compartir con ustedes unas líneas, Chauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.