Se acerca el día de la madre, y no
puedo pensar en escribir otra cosa que no se relacione contigo, es que en
realidad al mírate en ese pedazo de mundo que te toca liderar, con la mano en
alto y con la única arma que tienes: tu coraje, me hace pensar que no hay nada
mejor que a través de estas líneas rendirte homenaje, y en ti a todas las
madres que conozco y a las que no conozco.
Cuando te veo día tras día, parada “sola”
en ese espacio del mundo que fácilmente puede ser “garganta del diablo”, pienso
en ti, en todas las ti del mundo, en todas las madres que por Dios “no son
perfectas” pero son. Estás tú en medio de la PANAMERICANA entre camiones,
trailers, combis, autos, micros, bicicletas y otros, dando indicaciones de
tráfico, ante la ausencia total no solo de semáforos, sino de “compañeros
solidarios” (que están con sus motos más allá, haciendo seguro cosas más
importantes) y de sentido común así como de disciplina por parte de los
conductores; estás tu dando indicaciones de tráfico con tu moño hecho a la
perfección, tus botas lustrosas y tu seriedad que no se si me huele a coraje o
a temor, no se, pero lo que si se, es que estás tu y “toda la adrenalina del
mundo” parada en ningún lugar especial, sino en medio de la pista dirigiendo el
tráfico y pienso, como serás al llegar a casa, que pensarás en esas horas
interminables de cojudos al volante, que sentirás con todas las vulgaridades
que te dicen los mil y un hombre que por nacer con pene se creen con el derecho
de utilizar la boca para ahondar más la ignorancia de nuestro pueblo, que
sentirás cuando llegas a casa muerta por estar horas parada entre la tierra y
el humo y tu hijo pequeño te pide jugar a los carritos en la pista de carreras
que con esfuerzo le compraste. Te he mirado bien, te veo todas las veces que
desde la comodidad del asiento del metropolitano puedo observarte, tienes muchas
caras y seguro muchos nombres, pero eres una sola, en ti, en tu rostro, en tu
valentía, en ti dignidad en medio de la nada, se resume esa lista interminable
de madres que existen y existieron en el mundo, en ti puedo ver los ojos
cansados de la juventud consumida por el mundo moderno, los sueños que no
llegaron a ser, el empuje que se pone para llegar a donde queremos, los
pantalones bien puestos porque nadie nos pisa el poncho, el cariño que le das a
los tuyos, las sacadas de mierda que te has dado queriendo que tus hijos “te
superen”, lo difícil que es llegar a ser “algo” en el trabajo siendo mujer en
un mundo de hombres, las risas que seguro tienes que estrenar cuando tus “solidarios
compañeros” te hacen una broma pesada y para no ser “menos” te ries, puedo ver
a la más humilde de las madres que sufren en silencio por el hijo que se fue
porque les queda 5 más que alimentar y criar, puedo ver a las madres que aún
teniendo muchas cosas resueltas en la vida no tienen lo más importante resuelto
“su vida”, puedo ver el sufrimiento de la soledad y el abandono, puedo ver el
dormir solo 5 horas, puedo ver el jugar con el sueldo para construir un cuarto
más para no dormir todos juntos, puedo ver a la madre emprendedora que se
agencia de todos los familiares posibles para que la apoyen con su BB, puedo
ver a la modelo que quiere ser madre y que se pregunta que será de su carrera,
puedo ver a la que no quiso ser madre y que en la suma de los días se dio cuenta
que no era tan malo como lo pensó, puedo ver a la mujer que sabe que no podrá
ser madre y realiza el acto más memorable y lo deja con quien si pueda serlo,
puedo ver a la abuela que ante la ausencia hace de madre-abuela sin renegar,
sin quejarse que le duelen los huesos, sin vacilar; puedo ver al padre que ante
la ausencia de la madre pasa ser el incomprendido social que juega “el rol que
no le tocaba” y se las ingenia para ser “eso” para lo que nunca “ni en sueños” lo
educaron. En ti mi amiga POLICIA DE TRÁNSITO me puedo ver a mi, que en silencio
pienso en mi chinito todo el día, que lo lleno de besos mientras puedo, que
juego con él, que lo mando a pensar, que lo cuestiono, que lo motivo, que lo impulso,
y que lo sueño; en ti mi amiga puedo ver a mi MADRE levantándose temprano para
cocinar, terminar sus cosas del trabajo y con sonrisas y a las apuradas nos
llevaba al colegio; en ti puedo ver a mi abuela, a mi tía, a mi amiga querida,
a mi suegra y a todas esas madres imperfectas que son coraje, pero también se
amilanan, que son chamba pero también se cansan, que son todo amor pero también
joden, que son dulces pero hay que le hagas una, que son COMO SON, pero aman
con todo el alma, no solo a sus hijos, sino a ellas mismas, y sueñan, y
soñamos, que dirigiendo el tráfico, un puesto o una gran empresa contribuimos
no solo con nuestro futuro, no solo con el futuro de los nuestros, sino con un
mundo mejor. Solo me queda compartir tu foto amiga policía (tomada del facebook de Marita Martin) y decirte que en la
oscuridad de la noche y en el calor agotador del día, no estás sola, somos
miles y millones que la sudamos contigo, sin saberlo, por esos sueños renovados
cada amanecer. FELIZ DÍA DE LA MADRE.