Después de muchos cambios, e iniciado un nuevo año, aquí una nueva entrada, pensando en alguien que me escribió al interno, espero te inspire.
Tomar
una decisión, es difícil, y no me
refiero a si cambio de papel higiénico o no, me refiero, a decisiones que nos
cambian la vida, y aunque a veces no sabemos cuánto le cambia la vida a los que
nos rodean y a personas que ni siquiera pesamos, que no conocemos, pero que por
un efecto en cadena, indefectiblemente impactamos.
Pero,
creo humildemente, que tomar una decisión no es tan difícil al lado de
mantener, remar y seguir adelante con una decisión que ya has tomado. Porque
seguir adelante con una decisión, si que es complicado, mantenerla en el tiempo
peor, y que sea parte de tu vida y acostumbrarla a que sea feliz, es más fuerte
aún y difícil.
Sin
embargo, aunque sea complicado tomar una decisión, y aunque sea más complicado
perseguirla, mantenerla y hacerla feliz, es lo que toca, porque cuando el
corazón retumba y te dice que tienes que ir por un determinado camino, cuando
el corazón te dice que “fue suficiente”, cuando el corazón te dice que “ya es
la hora” no hay otra cosa que hacer, que tomar la decisión y todas las
consecuencias que esta decisión acarrea, lo difícil, más difícil aún que
perseguir en la decisión y hacerla feliz, es tener las fuerzas a toda vapor
para el conjunto de consecuencias que tu decisión acarreará. Porque creo que si
no tenemos esa fuerza, no tenemos esa determinación y ese ánimo, mejor, no
tomemos ninguna decisión.
Creo
que toda decisión trae efectos secundarios que no podemos ver, no podemos
medir, no podemos prever, sin embargo toda decisión y su consecuente
realización, nos debe traer indefectiblemente felicidad, pues creo que nadie
toma una decisión para ser infeliz, siempre tomamos decisiones que nos lleven a
la felicidad, a algunos más lento y a otros más rápido, pero finalmente a ser y
seguir construyendo nuestra felicidad.
Además,
no se si a ustedes, pero siempre he pensado que tomar decisiones trae consigo
un mar de espacios nuevos de otras decisiones menores pero importantes, como la
dieta que siempre quisiste cambiar, o los ejercicios que esperaban dormidos en
los rollitos que se suman cada año al cuerpo, o el viaje que soñaste hace tanto
tiempo, o echarte a la cama, mover los pies bajo la sábana y sentir que “eres
libre”.
A
todos los que han tomado decisiones o están a punto de tomarlas, FELICITACIONES
ya ese solo hecho es un gran logro, ahora toca la segunda parte LLENARSE DE
ENERGIA, DE VALOR Y DE AMOR POR NOSOTROS MISMOS, para que siempre nuestros
pasos nos lleven por el sendero de la felicidad, seamos agradecidos,
perdonemos, y caminemos, siempre, adelante…hasta la victoria (como decía el
CHE). Chauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.